Somos Adriana y Luz (madre e hija). Siempre nos gustaron los accesorios, y en alguna época los intercambiábamos. A pesar de la diferencia de edad, tenemos un gusto parecido,nos encantan los collares, pero a Luz le fascinan los aros y a Adriana las pulseras.
Y a Carmen (nuestra abuela y mamá), le encantaba todo. Nos dejo un cajón lleno de colgantes, aros, pulseras y otro con muchos abanicos, todos ordenaditos en sus respectivas cajas (otro día les contamos la historia).
Quizás de ahí vino nuestro amor por estas piezas.
Antes de que empezara la pandemia se nos ocurrió hacer un curso para aprender a hacer pulseras y collares, una actividad que no solo nos encantaba sino también nos daba la posibilidad de compartir algo lindo. La realidad es que nos fascino y empezamos a fantasear con la idea de aprender también joyería. A las tres clases, se cerro todo por el covid y quedamos a la expectativa de volver en algún momento. Por suerte después de bastante tiempo pudimos volver y descubrir el mundo de las joyas, no era tan fácil como imaginamos, nos dimos cuenta que todo lleva su tiempo y que hay que tener paciencia. La idea de emprender se fue dando de a poco. Un día empezamos a ver todas las cosas que habíamos creado, nuestras amigas nos empezaron a pedir algunos modelos que les gustaban, y una vocecita interior nos decía que nos animemos. Y después de atravesar algunos miedos y circunstancias de la vida, nos decidimos compartir con ustedes lo que nos apasiona.
Les podemos asegurar que cada pieza que creamos, la hacemos con mucho amor y pensando en que ustedes la puedan lucir y sobre todo disfrutarla. Esa es nuestra consigna. Ojala que les gusten y podamos ser parte de algunos momentos de sus vidas.
